
El miedo al fracaso
El año pasado escribí una nota sobre el gran cambio que decidí hacer en 2015 y que hablaba de mis miedos (por la cantidad de gente que leyó la nota y sus comentarios entiendo que era el de mucha gente también): Comenzar una nueva vida después de los 35 y no morir en el intento.
Hoy, a poco más de 2 años de esa decisión, puedo decir que no sólo no morí en el intento sino que mi vida mejoró en un 100%, en todos los aspectos.
El primer miedo, el de fracasar, ya no tiene el mismo sentido para mi.
¿Por qué? porque aprendí que es imposible fracasar cuando uno hace. Podés equivocarte, no llegar a la meta deseada, no cumplir con los objetivos que te pusiste en tiempo y forma. ¿Pero fracasar? noooo. Fracasar hubiera sido ni siquiera intentarlo.
Quedarme en mi casa, con mis miedos y “mis supuestos” hubiera sido un fracaso seguro. Rotundo y cobarde.
Pero cuando uno toma acción la batalla está ganada en el primer paso. Salgan las cosas como salgan siempre hay un aprendizaje. Siempre.
Experiencia
… aunque la experiencia sea una enfermedad que ofrece tan poco peligro de contagio, Oliverio Girondo
También entendí con la experiencia (no con la cabeza, sino con todo el cuerpo y el alma, porque lo transité) que lo único posible es lo que pasó. Que no hay un “si hubiera hecho tal o cual cosa…”.
Emprender no es para cualquiera, también lo entendí con el transitar. Llevar una vida nómada menos.
Pero estamos los que necesitamos de esa adrenalina que te brinda el cambio de escenario, de gente, de oportunidades (si te pasa seguro estarás asintiendo con la cabeza).
No todos nacimos para estar quietos. Recuerdo la opresión que me generaba en el pecho levantarme todos los días en el mismo lugar, para hacer lo mismo (¡y eso que mi vida estaba buena eh!).
Desde hace mucho más de 2 años también creo que uno es lo que consume.
Y no me refiero a drogas ni a comida. Me refiero a todo lo que elegís para tu vida. La gente que te rodea, las películas que ves, los programas que dejás en la tele (aunque sólo hagan barullo para que no te sientas solo), la música que escuchás, los libros que leés y los que no.
Toda elección te constituye y te construye.

Construíte
Hace años que no veo nada violento, oscuro, feo o angustiante. Prefiero conectar con cosas lindas, de colores, que estimulen mi parte creativa del cerebro. Que cuando se relacionen entre sí saquen chispas de colores y me traigan ideas nuevas, positivas, para ayudar a otros a crecer también.
El viaje me fortaleció, personalmente y profesionalmente.
Y quiero destacar este punto porque de “vivir en un caño” como me vaticinaron a alquilar departamentos por airbnb hay un abismo.
No soy rica ni vivo en la panacea. Sólo me levanto cada día a construir la vida que quiero y con quien quiero.
Trabajo mucho para eso, a veces muchas horas más de las que trabajé para otros. Vivo pensando en cómo hacer mejor las cosas cada día. Pero el placer de ver crecer tu proyecto no tiene precio.
Cada logro, cada paso, cada email que llega reconfortan el alma.
Vivir viajando me permitió crecer de una manera que nunca había pensado.
Voy a compartirte esta pequeña lista para que te des una idea…
Beneficios de la vida nómada digital
– Salir de mi Zona Zombie (más conocida como zona de confort, pero en uffa la rebautizamos) hizo que tuviera que solucionar problemas que ni siquiera podía imaginar desde la comodidad de mi casa.
– Eso, a su vez, hizo que generara herramientas a nivel personal y profesional
– Mejoró mi socialización
– Amplió mi nivel de tolerancia
– Me permitió conocer otras formas de vida y culturas

– Me hizo más sensible a los problemas ajenos
– Mi fotografía mejoró y creció muchísimo con el viaje
– También mi cartera de contactos y clientes, trabajo con emprendedores de muchos lugares del mundo que ni conozco
– Profesionalicé mi forma de vender
– Generé productos y servicios que jamás hubieran existido viviendo en Buenos Aires
– Mis marcas crecieron en un 1000%
– Aprendí a monetizar de diferentes maneras mis proyectos y los de otros
– Contacto más fácilmente con la creatividad en lo cotidiano
– Me siento mejor conmigo, me conozco mejor
– Estoy más fortalecida personal y profesionalmente
– Conocí lugares y personas increíbles
– Superé muchos de mis límites, hice cosas que jamás pensé que haría (nadar con lobos marinos en su hábitat natural, por ejemplo)
– Aprendí a manejar mis horarios
– Mi productividad aumentó a niveles impensados
– Ahora sé cuánto vale mi trabajo, puedo ponerle el precio que considero y tener clientes que lo paguen y queden satisfechos con mi tarea
– Me desenvuelvo en áreas que jamás pensé (si me lo hubieran contado antes de salir me hubiera reído varias horas seguidas)
– Aprendí a decir “sí” muchas más veces y también “no” cuando algo no me hace sentir cómoda o no es lo que quiero
– Aprendí a extrañar a los que quiero sin que esto sea una dependencia
– Tengo amigos y una red de gente en quien confiar en diferentes lugares del mundo
– Soy más libre y más responsable
– Cada vez soy más yo

Contras de esta vida
– Dormí en tantas camas y con tantas almohadas que mi espalda debe odiarme (es el precio a pagar por una vida nómada, aún en los mejores hoteles las camas no siempre son cómodas ni las almohadas las adecuadas)
– Trabajé muchas más horas de las que hubiera querido en destinos paradisíacos (pero como fue para mis proyectos no sé si considerarlo una contra)
– Moverme tan rápido (cada 2 ó 3 días) al principio del viaje me estresó mucho. Ahora me quedo un promedio de 3 meses por destino.
– Me enfermé y casi muero lejos de mi familia y amigos. Fue un momento duro pero me hizo más fuerte.

No fueron 2 años ideales, fueron 2 años de crecimiento.
Hoy después de aquel 1 de febrero de 2015, en el cual temí que si me equivocaba no iba a poder volver a mi vida, entiendo que era cierto. Que ya no puedo volver a mi vida.
Que aquel paso que di fue determinante y para siempre. Porque aquel paso me puso en el lugar del hacer, del intentar, del perseguir lo que quiero.
Ajeno a resultados, a miradas externas.
Aquel paso fue para mi y para siempre. A pesar de todo y de todos.
Y lo más loco y lindo de todo esto es que si bien fue un paso importante, fue sólo un paso de muchos otros importantes que vinieron después y que vendrán en adelante.
Porque la vida no es ése paso que temés dar sino la consecuencia de muchos pasos, de muchas decisiones.
Y como según Lao-tsé “Un viaje de mil millas comienza con el primer paso”, es mejor que tomes acción ahora y corrijas la marcha en el camino, antes de que tus pies se tiesen por falta de aventuras y el corazón se endurezca abstinente de emociones.
Si querés saber si este estilo de vida es para vos leé ésta nota y hacé el test.
Si ya sabés que ésta es la vida que querés para vos, entonces convertite en un nómada digital y viví de tu negocio online.
Contame vos de tu primer paso, cuándo fue y cómo

Ufff… creo que el primer paso fue contarlo. Porque una cosa es cuando los planes están en tu cabeza y más o menos te vas haciendo una idea, y otra es cuando empezas a verbalizarlo, porque ahí se empieza a hacer realidad.
La primera vez que conté en el trabajo que renunciaba en diciembre para salir a viajar a dedo y sola por el mundo, una compañera me miró y sin pensarlo dos veces me dijo «Ay Franca, vas a terminar en una cuneta». Aprendí que los comentarios negativos de los demás son proyecciones de sus propios miedos. Cada vez que me levanta un camionero super simático en la ruta, que me invitan a comer, que me ofrecen lugares donde dormir o me hacen descubrir rincones del mapa que de otra manera no hubiese llegado, pienso en esa compañera. Pienso en como los miedos nos encierran y privan de descubrir la cantidad de mundo que hay ahí afuera, llenita de personas increíbles. Hoy agradezco haberme animado
Tal como lo decís, no hay que hacerse cargo de los miedos y las limitaciones de los otros. Cada uno elige sobre su propia vida y la libertad conlleva una resposabilidad de la que la mayoría de las personas huyen. ¡Abrazo Franca!
Me entusiasma mucho leerte.
Espero poder aprender de tus pasos!
Realmente un buen post 🙂
¡Gracias Isma! En el blog vas a encontrar mucho material para emprender. ¡Abrazo!
Gracias por compartir otra forma de vida, hay que romper con la idea de que la única posibilidad para todos es una oficina en microcentro. ¡Saludos chicas!
Tal cual, hay tantas formas de vida como personas existan, así que a buscar la que te haga feliz. Gracias Sofi por tu comentario, abrazo!
Abrazo!
Se que quiero ser feliz y vivir de lo que me gusta y también sé que necesito trabajar para mi y mi proyecto, que las horas muertas en la oficina no son para mi, ni que otros digan que puedo y no puedo hacer. Estoy en la fase inicial, aun viendo cual es mi pasión y como armar un proyecto… qué difícil! Jamás pensé que me costaría tanto encontrar y definir qué es lo que me gusta y de todo eso encontrar con qué y cómo armar un emprendimiento/proyecto. Pero las sigo leyendo y soñando con ello. Espero poder contactarlas pronto para que me asistan en el inicio de mi camino a la felicidad! No dejen de motivarnos! Gracias!
¡Cuando quieras Vero! No sólo nos leas, podés participar con tu opinión en los comentarios del blog y en la fanpage. Trabajamos para que cada vez la comunidad de uffa se componga de emprendedores activos y nos motivemos entre todos. ¡Abrazo!
Hola chicas 🙂
Las leo como agua… Cuantos miedos al inicio, cierto?.. creo si sea por esa vida estándar que nos comemos y bebemos todos los dias desde peques…
Nosotros, iniciamos hace poco mas de seis meses… con nuestro boleto de ida y sin regreso, antes me hacia un poco de estragos decirlo asi jaja… es mas hasta a mi familia y amigos no pude decirlo de esa manera, creo que el impacto era grande, ya asi era una locura decían, pensar a corto plazo un par de años nada mas… eso ha cambiado desde que salimos y mas cuando decidimos arrancar nuestro proyecto y decidir ser Nomadas Digitales.
Asi comenzó nuestra revolución, y sin como miedos, pero con un montón de alegrías y momentos únicos. Y lo mas lindo es que poco a poco hemos ido conociendo a personas increíbles, en vivo y tambien en linea, que se convierten cercanas aunque nunca nos hayamos visto físicamente.
Creo que todo esto sea parte de decidir por ti y para ti…
Que sean muchos años mas de emociones y decisiones.
Un fuerte abrazo.
Gracias Paulina por compartir su experiencia. Creo que todos los que vivimos ese cambio de vida pasamos por miedos similares pero al comenzar un proyecto de vida como nómada digital la cosa va cambiando y mejorando. ¡Construir tu propia vida no tiene precio! Por muchos más años de emociones y decisiones. ¡¡Abrazo para ambos!!
Cómo siempre me encantan y me parecen muy movilizadoras las notas. No logro que mi movimiento llegue a tanto cómo para moverme de lugar, pero mi vida en busca de alternativas que me hagan sentir mejor y el dejar de hacer lo que no me gusta o no me sirve es permanente. Es difícil que te sigan el ritmo de locura, cómo uds bien dicen…no es fácil la vida del emprendedor, pero para el que hace lo que le apasiona el trabajo es placer, y más cuando vas viendo buenos resultados. Gracias por compartir estas experiencias.
Tal cual decís Adri, hay decisiones que no tienen vuelta atrás. Habrá que ver por qué tu emprendimiento aún no logra darte los frutos que necesitás para moverte, pueden ser muchos los motivos pero seguro le vas a encontrar la vuelta o acá estamos para cualquier consulta. Muchas gracias por tus palabras y por pasarte a comentar en nuestra casa online. ¡Abrazo!
¡¡¡Genias, que linda experiencia!!!
y hermosas las fotos…
En breve salgo a la ruta y nos cruzamos por el camino! 😉
Emi.
¡Hola Emi! qué bueno leerte nuevamente, gracias por tus palabras y nos vemos en el camino. ¡Abrazo!