En el maravilloso e intenso camino del emprendedurismo la productividad opera como un bien de lujo. Pero lo cierto, es que poco productivo se puede ser al comienzo de un emprendimiento y en un área que aún no dominamos del todo.
Por eso, hoy quiero compartir con vos 2 descubrimientos que cambiaron mi forma de trabajar y optimizaron mi productividad en un 200%.
¿Por qué la productividad es un espejismo al comienzo de un emprendimiento?
Si bien las promesas de dinero y éxito veloz florecen por doquier en internet, cualquier que se haya iniciado en este camino de #SerTuPropioJefe sabe que hay muchas herramientas nuevas por sumar día a día y el aprendizaje es intenso.
Que cada tarea nueva requiere de un tiempo mucho mayor al que le dedicamos a una tarea conocida. Que los resultados llegan más lento y que su calidad comienza a relucir con el paso del calendario.
Pero ¿es posible, entoces, ser más productivo si no llevo años realizando esta tarea?
Claro que sí, de ahí el motivo de este artículo.
Si andás por este camino hace un tiempo y llevás leídos unos cuantos blogs, te habrás topado en algún momento con un libro que sueña a magia pura: “La semana laboral de 4 horas”, de Timothy Ferris (si vivís en España o Estados Unidos lo podés conseguir en cualquier librería, pero en Argentina sólo podés conseguirlo por Amazon).
No es magia lo que hay en su interior, pero sí puedo asegurarte que contiene algunas prácticas saludables para cualquier emprendedor y nómada digital. Entre ellas, te cuenta sobre la Ley o Principio de Pareto y La Ley de Parkinson.
Y acá voy, entonces, con las leyes de las que te hablé.
Ley o Principio de Pareto
También conocido como la regla del 80-20 y enunciado por primera vez por el economista italiano Vilfredo Pareto, respecto a la distribución de las riquezas en su comunidad, decía que un 20% de las personas concentraban el 80% de las riquezas y propiedad de las tierras.
Ahora bien, te estarás preguntando ¿qué tiene que ver esto con mi emprendimiento si yo no trabajo con tierras ni finanzas?. Bien, esta regla fue llevada a varios ámbitos, entre ellos el de productividad, emprendedurismo, desarrollo personal.
El punto es que entre todas las tareas que realizamos a cotidiano, un pequeño grupo es el que nos da los resultados y el resto nos hace creer que estamos haciendo un trabajo duro, pero para nuestra sorpresa ¡estamos perdiendo el tiempo, haciendo tareas que nos nos llevan a nada!.
A muy grandes rasgos y para no aburrirte, si aplicamos El Principio de Pareto hoy a nuestra tarea cotidiana como emprendedores, entendemos que el 20% de nuestras tareas nos dan el 80% de los resultados.
Con lo cual, es imprescindible que comiences a poner atención en cada tarea que realizás para ver en cuál de los dos porcentajes se alínea y elegir poner todos tus esfuerzos en ella o dejarla ir sin más.
Hace meses que en uffa comenzamos a trabajar de esta manera y te puedo asegurar que los cambios son notorios, aunque al principio uno se resista a creer que funcione, porque siempre pensamos que toooodo lo que hacemos es importante e imprescindible.
Aplicar este principio te permite tener tiempo de trabajo más productivo y tener más tiempo libre para hacer lo que te de la gana.
¡¡Limitá tus tareas a las importantes para trabajar menos tiempo!!
Pero eso no es todo…
Luego de aplicar la Ley de Pareto veremos que nuestra productividad aumenta progresivamente, pero sin embargo no estamos a tope, seguimos perdiendo tiempo.
Y es ahí es donde es necesario aplicar esta segunda ley en donde el Prof. Cyril Northcote Parkinson analiza cómo la cultura burocrática fomenta la creación de subordinados y de trabajo de forma innecesaria. ¿Oficinas? ¿trabajar de lunes a viernes de 9 a 18hs? ¿Te suena?
Ley de Parkinson
En cuanto a desarrollo personal se refiere, la ley de Parkinson dice: “el trabajo se expande hasta que se termina el tiempo disponible para su culminación”.
Por eso, es importante que acortes tus tiempos de trabajo para obtener mejores resultados.
Lejos de la cultura en la que estamos inmersos y los trabajos de oficina en los que se premia al que trabaja más tiempo (“Sangre, sudor y lágrimas”), esta ley plantea que si tenés 10 horas para hacer una tarea, vas a consumir las 10 horas haciéndola, pero que si disponés tan sólo de 2, seguramente también vas a poder completarla.
¿O acaso no recordás haber hecho un trabajo el último día antes de la entrega cuando tuviste todo un mes para realizarlo?
Cualquiera podría decirte que somos hijos del rigor pero yo prefiero seguir al Sr. Parkinson y poner límites claros e ineludibles para que mi tiempo rinda al máximo.
Cada minuto ganado al trabajo es tiempo libre, de ocio. Y aunque ame mi trabajo, todos necesitamos vernos con amigos, salir a caminar, leer, ver películas o hacer nada («Dolce far niente», como dicen los italianos).
Tener un tiempo acotado para hacer algo nos hace ir a lo esencial. Con el tiempo, vas a ir mejorando esta práctica y ganando en calidad también.
¡¡Acortá el tiempo de trabajo para limitar tus tareas a las importantes!!
Acá te dejo la escena de la película «Comer, rezar, amar» en donde explican lo de «La Dulzura de no hacer nada».
Entonces… ¿podemos ser más productivos asignando menos tiempo a cada tarea?
¡Es un hecho! pero recordá antes revisar qué tareas son las que te conviene y cuáles hay que descartar.
Te invito a que pruebes esta combinación de leyes y nos cuentes qué tal te va.
me encanto cuando ejemplificaste lo de completar un trabajo en un par de días
cuando tuviste todo un me spara hacerlo.me sentia asi cuando tenia que cumplir un pedido.realmente con una buena organización se puede casi todo.
Es responsabilidad del emprendedor organizarse y armar un plan de acción. Nos educan para empleados, para cumplir órdenes y horarios «impuestos» por otros, así que la tarea es doble desandar el camino hecho y construir uno nuevo. Pero es lo más lindo, el aprendizaje que te da emprender es el precio de la libertad 😀
Hola Caro. Concuerdo totalmente con vos. Claramente es un concepto que no aplica a muchas empresas donde sus premios y beneficios no están atados a la productividad e, incluse, no saben cómo medirla. No obstante, cuando tu «supervivencia» depende de qué tanto produzcas es importante conocer estas herramientas que permiten priorizar y poner foco. También hay modelos que ayudan a discriminar lo importante de lo no importantr y lo urgente de lo no urgente.
Saludos!
¡Claro que sí! si conocés alguno podés compartirlo para que otros lo implementen. ¡Abrazo Edu!
Gracias chicas! Todas sus notas nos ayudan no se imaginan cuánto! En contagiarnos de ganas y energía emprendedora y en sentirnos acompañadas en nuestro camino independiente que recién estamos empezando. Gracias!!
¡¡Objetivo cumplido entonces :D!! Gracias Anna por tus palabras. Siempre por más. ¡Abrazo!